El Plan tiene como objetivo llegar a 2,6 millones de personas vulnerables hasta finales del año, que representa un número limitado de las personas en necesidad, e incluye 1,2 millones de niñas, niños y adolescentes en las áreas de salud, agua, saneamiento e higiene, seguridad alimentaria, nutrición, protección, alojamiento y enseres y educación. El Plan tiene tres objetivos estratégicos para asistir a los grupos más vulnerables. En primer lugar, busca proporcionar asistencia vital mediante el mejoramiento del acceso a los bienes y servicios básicos. En segundo lugar, promover y fortalecer la protección y la dignidad mediante el fortalecimiento de los mecanismos comunitarios e institucionales y, en tercer lugar, desarrollar la resiliencia,apoyar a los medios de vida y contribuir a la sostenibilidad de la prestación de servicios básicos.
Para alcanzar estos objetivos, las Naciones Unidas y sus socios requieren $223 millones de dólares.
En 2018, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó a ampliar la prestación de asistencia humanitaria, complementando las acciones de las organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales (ONG). Entre abril de 2018 y marzo de 2019, la ONU apoyó la vacunación de 8,5 millones niñas y niños contra el sarampión y 4,7 millones de niñas y niños contra la difteria, ayudando a contener la propagación de enfermedades transmisibles. En el último año, la ONU distribuyó 348 toneladas de medicamentos y suministros médicos a 41 hospitales prioritarios y 23 centros de salud en 18 estados. Unos 83.000 niñas y niños menores de cinco años y mujeres embarazadas y lactantes han recibido tratamientos preventivos para la desnutrición aguda y 185.000 personas han sido apoyadas con acceso a agua segura entre enero y junio 2019. Estos son algunos de los principales logros de la respuesta humanitaria en curso.
Durante la primera mitad de 2019, las Naciones Unidas pusieron en marcha una arquitectura de coordinación humanitaria de acuerdo con las normas internacionales, tal como se indica en la Resolución 46/182 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (1991) y sobre la base de los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia. Esto incluyó la designación del Coordinador Humanitario quien lidera el Equipo Humanitario de País para la toma de decisiones estratégicas, la activación de ocho Clústeres temáticos y dos áreas de responsabilidad para operacionalizar la respuesta y cuatro centros de coordinación sobre el terreno para asegurar la asistencia lo más cerca posible de las personas en necesidad. Esta estructura de coordinación es esencial para reunir a todos los actores humanitarios, incluidas las ONG nacionales e internacionales, las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas y el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja como observador, todos los cuales han aumentado considerablemente su capacidad para poder responder a la situación actual. Además, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) se ha establecido para apoyar toda la estructura.
En un contexto complejo, con necesidades humanitarias agudas, es fundamental que las partes interesadas nacionales e internacionales centren su atención en satisfacer las necesidades del pueblo venezolano. Este Plan proporciona un marco internacionalmente reconocido para una respuesta basada en principios, transparente, bien coordinada y eficaz, dirigida a las personas más vulnerables. Pido urgentemente a los donantes que apoyen este plan. Al mismo tiempo, hago un llamamiento a las autoridades venezolanas, los diversos sectores de la sociedad y a la comunidad internacional para que colaboren y se comprometan conjuntamente a ayudar a los venezolanos que necesitan asistencia, incluso mediante la creación de consensos sobre las formas de financiar el plan. El Plan es una herramienta importante para facilitar una respuesta coordinada para satisfacer las necesidades humanitarias en Venezuela. Es realista en términos de capacidades operativas para su ejecución, pero al mismo tiempo modesto en términos de respuesta a la escala de las necesidades. Este plan se revisará y ampliará para el 2020 sobre la base de nueva información disponible sobre las necesidades y capacidades. Mientras tanto, continuaremos la busqueda de financiamiento para seguir ampliando la respuesta humanitaria en Venezuela con un enfoque en las personas más afectadas.