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La transversalización del enfoque “Acción sin daño” en la GIZ

Esta buena práctica es desarrollada por el Programa de Integración Local en México (PROFIL) de la GIZ.

El enfoque “Acción sin daño” (Do-No-Harm, por su denominación en inglés) es un principio y una metodología que permite reconocer, evitar y mitigar riesgos y consecuencias imprevistas (impacto no-deseado) de intervenciones de proyectos de la cooperación al desarrollo.
Para los proyectos de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ), el enfoque “Acción sin daño” es un estándar mínimo y obligatorio para aquellos programas que se implementan en países etiquetados como “rojos” o “amarillos” en términos de seguridad.

La buena práctica «Transversalización del enfoque Acción sin daño en la planeación anual de un proyecto» busca fortalecer la aplicación de esta metodología en un proyecto de la GIZ a nivel actividad en la fase de planeación anual.